Es difícil pensar en un antecedente histórico clave para el periodismo de investigación, pero uno ineludible son los muckrakers, los husmeadores de basura. Este es el peyorativo puesto a los críticos estadounidenses de finales del siglo XIX. El trabajo de estos individuos ayudó a sacar a la luz situaciones que no se correspondían con la justicia que aparentaba haber en Estados Unidos.
Los muckrakers eran llamados así por una frase de un viejo libro de Bunyan quien los describió como gente “que prefiere rastrear en la inmundicia antes de hablar de las cosas nobles”.
Este termino fue adaptado por el entonces presidente Roosvelt, quien criticó a los escritores como Hopkings Adam, Russel y Sinclair, quienes hacían periodismo de reivindicación en pequeñas revistas, con un moderado apoyo popular que se fue apagando hacia la década de 1910.
Otros creen que el antecedente más claro del Periodismo de Investigación es Watergate. Todo comenzó por casualidad, cuando Bob Woodward-un periodista novato de The Washington Post- recibió la orden de cubrir un juicio por intento de robo en el edificio Watergate. Aparentemente la sede del comando de la campaña del Partido Demócrata había sido blanco de delincuentes comunes. Apenas iniciado el juicio, a uno de los detenidos se le preguntó su profesión, “Anticomunista”, contestó, lo que despertó la inquietud del joven redactor.
Sorprendido porque los presuntos delincuentes eran ex agentes de la CIA, Woodward volvió al diario dudando de la versión oficial. Después de meses de trabajo junto a Carl Bernstein, demostraron que en realidad, el robo había sido una operación de espionaje ilegal ordenada por el gobierno republicano de Richard Nixon para conocer la estrategia electoral de los demócratas. Nixon volvió a ser elegido en 1972, pero terminó renunciando a la presidencia dos años después, luego de que Bernstein y Woodward descubrieron que un cheque de sus fondos de campaña había ido a para a la cuenta de uno de los detenidos por el robo al Watergate.
En Argentina, Rodolfo Walsh inauguró esta corriente con su libro Operación Masacre, donde denunció los fusilamientos ilegales de peronistas que ordenó en 1956 la dictadura llamada Revolución Libertadora. A pesar de la versión oficial de la causa judicial que se había abierto para tapar el caso, Walsh encontró “un fusilado que vive”, como escribió en el prólogo de su trabajo, y reconstruyó los acontecimientos.
Hola Andrea. Cumpliste con el objetivo de la asignatura de postear en tu propio blog los artículos. Te sugiero un poco mas de creatividad en la escritura de los mismos, ya que aparecen muy lineales. Utiliza la doble hermenéutica para el blog: hacia adentro cumplir con las exigencias de cátedra y hacia afuera desarrollar un perfil profesional. cariños. Licenciada Clara Alicia Martina
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