martes, 5 de junio de 2012


Amor por lo que hace

   Con 89 años de vida, asegura que aún le falta mucho tiempo para pensar, leer y reflexionar. Con su carita de abuelito que emana ternura y amabilidad, Jocobo Garber, es un ejemplo y orgullo para toda Villa Ángela. Con la gentileza que lo caracteriza, nos recibió en su casa para contarnos un poco de sus cuatro libros.

  

   ¿Qué lo motivó a empezar a escribir?

   Desde que era muy chico, cuando iba a la primaria yo hacía anotaciones, escribía cada una de las cosas que me llamaban de atención de las personas, de la ciudad en sí. Tenía una necesidad de registrar todo, por si en algún momento mi cabeza no llegara a recordarlos. Luego, con el paso de los anos vi la posibilidad de escribir mi primer libro.

   Entonces, ¿Cómo surgieron sus libros?

   Era más que nada una necesidad de que los jóvenes de hoy y de ayer puedan reconstruir lo que fue esta pujante ciudad en anos lejanos. Por ese motivo nacieron mis tres primeros libros,  con los “relatos acerca de anécdotas y familias del pueblo” quise revivir la historia, una historia guardada y atesorada en mi corazón. Que no me la quería guardar solo para mí, sino que la quería compartir.

   El cuarto libro, en cambio toca otro tema, un tema que me apasiona que es la religión. El libro “Ensayos teológicos y enciclopédicos. Jesús los Evangelios y los judíos”, Hace mucho tiempo que lo venia meditando, hay mucha lectura detrás de ese libro. Lectura con tranquilidad y profundidad, con una cabeza abierta y sin prejuicios.

   ¿Cree que en usted se da la frase “El escritor nace, no se hace?

   (Con una sonrisa en su rostro). Mira yo aprendí a leer a los cuatro anos, y de ahí en adelante nunca más me aleje de los libros. La lectura me apasiona. A su vez me di cuenta que podía compartir con los demás mi pasión, y ahí surgió lo de escribir. Pero creo que desde chico, cuando empecé a realizar mis anotaciones sabia que el fin de las mismas o lo que deseaba era plasmarlas en un libro. Que no queden en anotaciones personales.

   El 22 de abril la ciudad lo homenajeo ¿Qué sintió con la imposición de su nombre a la biblioteca de la escuela 1021?

   Que pregunta. Siempre me llaman de las escuelas para ayudar a dar alguna clase de historia de la ciudad, para contar como se vivía, como era nuestra querida Villa Ángela y siempre lo hago con mucho gusto. Esta ciudad acogió a mi familia cuando llegamos de Europa. Pero en realidad nunca pensé que podrían llegar a homenajearme así, yo lo que hago desinteresadamente; pero me lleno el corazón ese acto. Realmente, cuando me dijeron me sorprendieron, no me lo esperaba. Fue muy emocionante; y como siempre mi familia me acompañó en ese momento, como lo hace siempre.

   ¿Tiene algún libro nuevo en mente?, ¿Algún proyecto?

   No, en este momento no tengo nada que esté dando vueltas. Creo que el último libro, es el gran libro que siempre quise escribir. Encierra dos de mis pasiones, la religión y la escritura. Así que hay que disfrutarlo, disfrutar lo que sucede con este libro. Pero igual, no dejo un no definitivo…uno nunca sabe.